No se le puede negar al letrado Boye, un toque de originalidad. Se le ocurrieron bastantes ideas en la época más crítica del exilio de Puigdemont y ahora representando a la presidenta de «Junts» Laura Borrás, también ha mostrado algunas dotes impregnadas de originalidad técnica.

Así ha dicho que vulnera el derecho de defensa de su patrocinada, el hecho de que fiscalía ya haya pactado con algunos acusados en el juicio que, por prevaricación y falsedad documental, se ha empezado a celebrar esta semana en Barcelona y que se imputan a su persona y a otros implicados. Así ha reprochado que, con estos pactos, se condiciona y mucho, el poder convencer a los jueces de su inocencia.

Pues no está desacertado en sus inquietudes el abogado Boye. Porque es indudable que, si algunos de los encartados en los asuntos que se van a dilucidar, ya han hecho o han buscado el consenso con los fiscales, reconociendo la existencia de actos delictivos, no parece posible que se pueda aislar este reconocimiento del conjunto de las actuaciones que inciden por supuesto, directa o indirectamente con la principal acusada. Por lo menos el tribunal habrá recibido una información que por mucho que se entienda, no va a considerarla, podrá tener una influencia en las reflexiones y debates que conducen a una sentencia.

Boye podría solicitar la nulidad de todo lo actuado, porque se está vulnerando su derecho fundamental de defensa. Seguramente no se lo van a dar. Aunque si lo pide los magistrados tendrían que explicar las razones de tal negativa. Por lo menos es lo que les exige la ley.

Por supuesto aquí no entro en temas políticos. Estoy al margen de los partidos que aquí están más implicados. No tengo ningún interés en ello. Pero sí me ha llamado la atención la estrategia que ha empezado a seguir este letrado. Insisto, su originalidad.

Aunque me temo que si insiste y no le dan la razón, tendrá que seguir apelando en otras instancias. A lo mejor en Estrasburgo puede tener mejor suerte.

12 de febrero de 2023