NOS GUSTA EL PERFECCIONISMO
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS COMPLEJOS QUE OTROS NO HAN PODIDO AFRONTAR O RESOLVER
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3-10-22 LIZ TRUSS
Imagino ya sabeis quien es. El nombre no está mal. Parece cinematográfico. Pero no. Es el de la sucesora de Boris Johnson. La flamante jefa de los Tories ingleses.
Pero el desembarco en Downing Street ha sido un tanto agitado. El semanario «The Economist» le ha dispensado la última portada que titula, «cómo no se debe gobernar a un país». O sea, de lo más explícito.
Y la verdad es que la señora Truss, no sé si queriendo emular a Thatcher, se ha presentado ante los suyos con un paquete legislativo de recorte de impuestos que ha sublevado a la City y al Banco de Inglaterra. Su hombre de confianza el ministro de economía Kwasi Kwarteng ha lanzado un programa destinado a impulsar el crecimiento, intentando a la vez neutralizar los altos precios de la energía con transferencias y subvenciones.
Pero del mismo modo que el apellido del político no se lee a la primera, de igual modo los mercados financieros no han comprendido o digerido las primeras recetas propuestas a los pocos días de acceder al cargo. La libra ha caído frente al dólar y el Banco central, ha tenido que comprar toda la deuda pública que le han ofrecido para intentar estabilizar el mercado. Tipos de interés al alza, importaciones más caras y una especie de densa niebla, hasta de marasmo, que cubre el horizonte económico del Reino Unido. La situación está lejos de estabilizarse. Las sacudidas del Brexit, de la Pandemia, la guerra de Ucrania y la inestabilidad en la marcha de la gestión política, están generando muchas inquietudes entre los ciudadanos e inversores.
Hoy mismo ante la avalancha de críticas, el señor Kwarteng ha anunciado que por el momento congela las medidas anunciadas. Entre otras, no va a a haber reducción de impuestos a las grandes fortunas. Pero los británicos ya han empezado a preguntarse si Liz Truss les va a servir para gobernar con las dificultades existentes. ¿Otro Boris Johnson?. Aún no se sabe.
Pero el comienzo ha sido fatal. Margaret Thatcher, sí. Pero eran otros tiempos.
lunes, 3 de octubre de 2022
2-10-22 DEUDAS Y MÁS DEUDAS
Es la preocupación de los alemanes en estos días. La manera de reducir los efectos de los precios de la energía, es endeudarse más. Y todo empezó ya con la guerra de Ucrania. Scholz habló de un fondo de doscientos mil millones de euros. Esto es, después de tantos años, iniciar el rearme en el ejército alemán. Pero es que a continuación, cuando no se sabe con certeza si en este invierno se podrá contar con un volumen suficiente de gas y con bastante energía eléctrica, el mismo canciller ya ha apuntado que el Estado va a endeudarse con otros doscientos mil millones de euros. El objetivo es claro. Tratar de minimizar los efectos de la crisis energética a ciudadanos y empresas. ¿Cómo?. Pues aún no se ha decidido. Transferencias, créditos, aportaciones para fines determinados con el fin de que la factura del gas no se dispare y muchas empresas no se vean obligadas a cerrar.
Alemania siempre ha tenido aversión al endeudamiento. La memoria de las trágicas consecuencias de la segunda mitad de los años veinte, sigue estando presente. Pero ya surgen voces que afirman que Alemania puede sin ruborizarse endeudarse en importantes proporciones. En parte porque el peso de la deuda pública es menor. Del orden del 70% del PIB si se compara con otros países del entorno, como Italia. O más lejanos como Japón. Si en la actualidad el endeudamiento se hace absolutamente indispensable, hay que solucionar el hoy. La solvencia de Alemania está asegurada.
También se habla de impuestos. Pero menos que en España. Lo del impuesto a los ricos no ha generado por el momento ninguna adhesión. El debate está desprovisto del manto ideológico que alienta en el consejo de ministros español.
Pero sin duda, la situación una vez hemos dejado atrás la pandemia, sigue dominada por la incapacidad de los recursos del Estado para hacer frente a una situación que vuelve a ser «·pandémica». La guerra, esto es, una enfermedad a la que hasta el presente no se le ha encontrado vacuna alguna. Y esta incapacidad tendrá que irse resolviendo aquí y allá, día a día, con el «paracetamol» del mayor endeudamiento.
Aunque naturalmente sin garantía alguna que logremos el objetivo esperado. Muy al contrario, cargando al organismo estatal de toxinas,-de deuda- que no va a ser tan fácil, desprendernos de ellas.
domingo, 2 de octubre de 2022
1-10-22 ¿Y QUÉ HACER?
Mientras Putin se ha apropiado de una parte de Ucrania y dice que ahora es suya, el mundo se pregunta qué hacer. Seguir «plantando cara», seguir atacando a estas regiones o reconocer que la guerra ha de acabar. De una u otra manera.
La lectura puede ser ésta: la anexión del Donbass significa que Putin se conforma con este botín y que está dispuesto a pactar la paz como contrapartida. Ésta es una lectura. Y otra, que sea el preludio de otros objetivos aún mas ambiciosos. Toda la geografía ucraniana.
Yo apuesto por la primera interpretación. Esto es que limite la conquista al territorio Donbass. ¿Y a continuación, qué?. Pues a continuación los aliados occidentales han de «mover ficha». O aceptar que Ucrania ingrese en la OTAN, como moneda de cambio y detener las hostilidades o dejar que la guerra continúe.
Decididamente ya va siendo hora que la diplomacia al primer nivel se mueva. Ya lo he dicho en este blog en otras ocasiones. Desde Guterres, portavoz de la ONU, siguiendo por Biden, Erdogan o Schulz.
Porque además no hay tiempo que perder. Se está haciendo tarde. Porque cada día que transcurre sin dar pasos con este objetivo, el ambiente empeora. Un aire enrarecido que va a asfixiarnos a todos.
Es la hora de los políticos. Como los de antes. ¿Los tenemos?.
No sé.
26-9-2022 AGUAS REVUELTAS
Que el triunfo de la candidata Meloni, revuelva las aguas que discurren por los cenáculos de la Unión Europea, no me parece mal. ¿Recordais las quejas de los ingleses, por el exceso de burocracia, de reglamentaciones en la esfera comunitaria?. No diría que éste fuera un componente mayor de la desafección de los británicos hacia el proyecto europeo, pero sí que constituyó un argumento que una y otra vez se utilizó para lamentar la falta de agilidad, de movilidad de los instrumentos de gobierno de la Unión.
Meloni también piensa que Bruselas es mucho Bruselas. Demasiado. Y que hemos dado tanto poder a la organización que nos está atando de pies y manos. Todo se está legislando hasta el último detalle. Al margen de las peculiaridades nacionales. De las necesidades e imperativos propios del país miembro. Como si los intereses nacionales se subordinaran en su casi totalidad a lo que hemos convenido con la Unión europea.
¿Cierto?. En parte sí. En parte, no. Porque la propia Meloni no va a a renunciar a las millonarias aportaciones de los fondos «next generation», bastante superiores a los de España. Y tampoco va a renunciar al Euro, aunque hace algún tiempo hubiera expresado sus reservas.
Imposible la cuadratura del círculo. Apoyarse en la fuerza, en la influencia de la UE y decirle que no, cuando se piensa que se está rebasando una y otra vez los umbrales de la soberanía nacional.
Por tanto. El paraguas de la Unión europea se va a mantener. Y Meloni se va a cobijar en él. Pero con toda seguridad pondrá muchos peros. Que el engranaje reglamentario se detenga y deje más libertad a los Estados, va a ser con toda seguridad un objetivo a alcanzar. En ello tendrá aliados. Los países del Este europeo. Y también debería tener nuestro apoyo. Porque en cuestiones comunitarias somos a veces más «papistas que el papa». Y no sé porque. Hay otros que se benefician de ello.
Concluyo. » Meloni, a ver si nos haces el trabajo de que Bruselas legisle menos. Y nos deje respirar un poco más.«
Con esto ya tendríamos bastante.
26 de septiembre de 2022