NOS GUSTA EL PERFECCIONISMO

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS COMPLEJOS QUE OTROS NO HAN PODIDO AFRONTAR O RESOLVER

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11-12-2022 LEGUINA

A Joaquín Leguina, socialista de toda la vida, le han echado. No le perdonan que haya compartido inquietudes y algunas afinidades con la presidenta Ayuso de la Comunidad de Madrid. Intolerable. Fuera.

 

Pero a quien ha echado Sánchez es más que a Leguina. Porque el personaje es o ha sido uno de los símbolos de la generación de políticos de este color que gobernó España durante muchos de los años que alumbraron la democracia en este país, contribuyendo a generar un largo período de estabilidad. Un socialismo que siguió los pasos de Willy Brandt, renunciando a las raíces marxistas y abrazando la economía social de mercado en un marco de libertad.

 

Porque no sabemos en realidad en que cree el actual presidente de gobierno, portavoz del PSOE. Si detrás de la «táctica», de la «estrategia» en función de unos intereses más inmediatos, hay algo más. Me parece que no. Que los principios o no existen o se hallan absolutamente subordinados a la coyuntura del momento.

 

De elegir entre el mundo ya lejano de Leguina y el de Sánchez, me quedo con el primero. Un mundo más previsible, más lógico, más coherente, más racional. Más serio, en definitiva.

 

Claro que no vamos a volver al pasado. Imposible. Aunque recordemos de vez en cuando aquello de que «cualquier tiempo pasado fue mejor», frase que por supuesto no es compartida por muchos de las nuevas generaciones. Aunque sí sería aconsejable mirar de vez en cuando a este pasado y a las experiencias cosechadas en el mismo, por las actuaciones políticas que se sucedieron en épocas pretéritas.

 

Pero mucho me temo que los políticos de hoy prefieren solo mirar al frente. Es el ejemplo Sánchez. Pensando que todo lo que se hizo antes, o fue un error o tiene manifiestamente que mejorarse.

 

Aunque las consecuencias, si son negativas, -que lo están siendo- las vayamos a soportar todos.

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

11-12-2022 SEPARACIÓN DE PODERES

El diario El Mundo que para unos cuantos, o muchos,- según sea lo que uno piensa,- resulta de lo más tendencioso, ha publicado este fin de semana en primera página, que nos encontramos ante «el fin de la separación de poderes».

 

Para quien después de este largo período vacacional, ha perdido un tanto la memoria, diremos que el asunto se refiere a los llamados «poderes» del Estado. El legislativo, el ejecutivo y el judicial. Y lo que el rotativo está diciendo, es que el actual ejecutivo socialista se está apoderando,-o se quiere apoderar- de otro de estos poderes. Esto es. No tiene ya bastante con contar con el poder ejecutivo y el legislativo, que ahora va detrás del judicial. Total, la concentración más completa y absoluta de los poderes del Estado. De aquí al mandato dictatorial, según el editorialista de El Mundo, no estamos tan lejos.

 

Pero, me diréis ¿ Y todo esto cómo se consigue?. Pues el señor Sánchez se ha empeñado ahora en cambiar o modificar las leyes de manera que sus allegados obtengan plaza en el Tribunal Constitucional y progresivamente en el Consejo del Poder judicial. Y ha encontrado en la legislación algunos huecos que va a utilizar. Así, donde en la ley- léase la Orgánica del Poder Judicial-, se habla de mayorías reforzadas, de tres quintos o dos tercios, para adoptar determinados nombramientos, a fin de asegurar las garantías y el consenso constitucional, se va a optar por la mayoría simple. Y como el Parlamento que es el órgano legislativo por excelencia lo domina una tan original coalición, se va a «actualizar» el precepto. Desaparecerán las mayorías cualificadas en asuntos de tanta enjundia, y con el cincuenta más uno, habrá suficiente. Así se habrá conseguido colocar a personas afines a Sánchez en el Constitucional.

 

Claro, porque el debate está servido. Desde hace años. El origen. Las famosas asociaciones de jueces. Unas de tinte conservador y otras progresistas. Indudable que la ley impide el que estas entidades tengan un carácter político. Pero la realidad ha sido distinta. Y éste ha sido el germen que ha contribuido a la politización de la justicia. Las funciones, el cometido de los jueces es muy vocacional y en algunos países se ha prohibido que puedan acceder a la política. O que si acceden, luego no puedan volver. Con estas premisas España se ahorraría debates de este tipo y la percepción de que la justicia es independiente sería mucho mayor.

 

Algunos medios informativos, mas adictos o complacientes con el Gobierno, -por aquello de que quien manda, manda, -han expresado su contrariedad a las alertas de El Mundo, que consideran del todo desproporcionadas. Pero el toque de atención, tiene mucho sentido.

 

En uno de mis últimos comentarios decía que nos estábamos deslizando «por la pendiente».

 

No me equivocaba.

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

9-12-2022 POR LA PENDIENTE

Si todo va siguiendo como parece, en algunos años,-no muchos-, España va a ser ingobernable. A los hechos y a un más que previsible pronóstico, me remito.

 

Una vez abolido el delito de sedición y más que manoseado el de malversación, los ya veteranos protagonistas de la breve proclamación de independencia en Catalunya, volverán a presentar sus candidaturas en próximas elecciones. Igualmente Puigdemont podrá regresar de su Waterloo. Así las cosas podremos empezar a vivir una segunda ola de fervor independentista, con el objetivo, esta vez sí, de declararla. Una independencia que habrá contado con la benevolencia del código penal socialista.

 

Y el ingrediente nuevo, aunque el señor Sánchez esté haciendo lo imposible para evitarlo, es que sea el partido Popular quien pueda llegar a gobernar en unos próximos comicios. ¿Qué van a hacer entonces los populares con la situación política en Catalunya, heredada de los socialistas?. ¿Introducir medidas con el fin de fortalecer los principios constitucionales? ¿ Volver a legislar y aprobar de nuevo el delito de sedición? ¿O el de malversación?. Me temo que si son estos los objetivos, el país se convierta progresivamente en ingobernable. E igualmente se responsabilizará de ello al PP. El error histórico del presidente Sánchez, lo va a pagar la derecha.

 

¿Alternativas?. Pues no las hay. O no las veo. Mientras tanto, se está empezando a quebrar el edificio constitucional. El de la división de poderes. El del propio Estado de las Autonomías. A una pérdida del sentido y del valor de nuestra democracia. Y a una mengua de la libertad. De manera silenciosa, casi insensible.

 

Claro que la hipótesis planteada acerca de una llegada del Partido Popular al poder, puede ser tan frágil como la que abone el triunfo de Sánchez en las elecciones del próximo año. Porque los pronósticos en estos tiempos tan revueltos, cambian casi tanto como lo hace el propio clima atmosférico. Y cabría preguntarnos si el ahora presidente vuelve a revalidar con sus compañeros de viaje unos resultados electorales, cuál va a ser el paisaje político que nos va a ofrecer. En Catalunya, ¿Referendum de autodeterminación?. ¿ Un paso más hacia el despegue del cuerpo constitucional?. ¿Cuál va a ser el precio que le exijan sus amigos para continuar apoyando sus políticas?. Bien. El ejemplo de lo que está sucediendo ahora ya lo estamos evidenciando. Y el ejemplo, la experiencia nos dice, que todo puede ser posible con el personaje que hoy manda en la Moncloa.

 

A lo mejor con «el todo puede ser posible» exagero.

 

Espero que sí.

 

viernes, 9 de diciembre de 2022

3-12-2022 AYER, AYER

Puede, podría parecer que fue ayer. Sentencia del Tribunal Supremo. No fue rebelión, sino sedición. Los magistrados lo pensaron mejor y llegaron a la conclusión que la sedición tenía un carácter más pacífico, más liviano, más digerible en el mundo independentista.

 

Pero, no. De digerible nada. Y había que buscar una salida. Urgente. Para seguir contando con los votos, con el apoyo indispensable de los republicanos. Para que el gobierno no se cayera. Y Sánchez se fuera a casa.

 

Y el parto se convirtió en un invento utilizado en otras ocasiones. Bruselas. La Unión europea. El manto que cubre todas las sinrazones y todos los desvaríos. Esta vez la «homologación». La famosa homologación. Y más en un delito tan frecuente, tan manoseado como la sedición. ¿Cuántas sediciones se han producido desde que nació la UE?. ¿En qué países?. Si no me equivoco, ninguna. En ninguna parte. Entonces, ¿A qué venía la homologación? Desde de una vertiente técnica o jurídica prácticamente no existe respuesta. Pero se dice, se proclama su absoluta necesariedad una y mil veces, para que el pueblo se lo crea. Y sí no, es igual. Porque quien manda, no es el pueblo.

 

Porque finalmente el Parlamento con las llamadas geometrías más que variables, ha aprobado la supresión de la sedición. Después naturalmente, de haber indultado a los condenados por el Tribunal Supremo.

 

Y así se produce una lectura o una interpretación de los acontecimientos que puede ser ésta: «Vdes, señores jueces, cumplan con sus obligaciones de juzgar. Pero si no acaba de gustarnos el desenlace, vamos a cambiar la ley. Con lo cual lo que Vdes. hayan hecho de poco va a servir. Esto es, dicho de otra manera: «Las leyes me parecen bien. Y si no las cambio.» A partir de ahí la influencia o la fuerza del poder judicial queda limitada en el tiempo.

 

Podéis decirme que estamos ante una excepcionalidad. Digamos histórica. Bueno. Pues muy bien.

 

Pero cuidado con las excepcionalidades que derivan a veces en «normalidad».

 

Porque todo es empezar.

 

sábado, 3 de diciembre de 2022